Washington, 3 jun (Prensa Latina) Los afrodescendientes murieron a manos de la Policía a una tasa 2,4 veces mayor en comparación con los blancos en Estados Unidos en 2020, según un estudio de una entidad autorizada disponible hoy.
De acuerdo con un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), las personas negras tienen el doble de probabilidades de perder la vida y cinco veces más de sufrir lesiones graves que los caucásicos durante un encuentro con los agentes del orden.
Por otro lado, la violencia policial contra hombres indígenas y nativos de Alaska es aún mayor, pues este segmento sufrió ese flagelo seis veces más que sus pares blancos durante ese mismo año.
En Estados Unidos se registraron alrededor de 71 mil muertes violentas en 2020, acorde con un reporte del Sistema Nacional de los CDC dedicado a contabilizar este tipo de decesos.
Pese a que la mayoría de ellos se registraron como suicidios (58 por ciento) y homicidios (31 por ciento), el informe más reciente de la agencia sobre los asesinatos perpetrados por la Policía revela nuevas precisiones en torno a la problemática y pide más investigación sobre las flagrantes disparidades raciales.
Alrededor de 961 de los decesos violentos de 2020 están clasificadas como «muertes por intervención legal» o causadas por «agentes del orden público y otras personas con autoridad legal para usar fuerza letal».
Al respecto, los CDC aclararon que «intervención legal» es un término técnico y no implica que un homicidio perpetrado por la Policía esté legalmente justificado.
Los expertos alertan, no obstante, que muy probablemente se trata de un recuento insuficiente que excluye muchas muertes bajo custodia o dentro de las cárceles locales, según un análisis publicado por Truthout a propósito de las cifras divulgadas.
Añadió el medio cómo los datos recientes se acercan a las estimaciones de análisis independientes que muestran que la Policía mata a un promedio de mil individuos cada año.
El sitio Mapping Police Violence, por ejemplo, informa que alrededor de mil 200 personas fallecieron debido a la intervención de los agentes del orden en 2022, el mayor número anual de muertes registradas en la última década.